El sílice no altera la química del agua. La arena es mas barata que la grava.
En el mundo de la acuariofilia, siempre nos hemos preguntado que sustrato -que tipo de arena, grava o gravilla- es la ideal para nuestros acuarios. Pero nunca damos con buenos resultados y casi siempre nos dejamos llevar por lo que nuestros ojos ven. Eso significa que nos dejamos llevar por lo estéticamente bonito, sin considerar otros aspectos como la función adecuada para el uso que le querramos dar o si es beneficiosa para los peces y el agua de nuestros acuarios.
Dentro de las principales características que deb de fungir un sustrato es:
Generar un ambiente similar al de la naturaleza.
No elegir colores vivos ni chillones, siempre buscar colores que sean naturales y que correspondan la hábitat de nuestras especies.
La granulometría del sustrato.
Cada tipo de granulometría tiene una función dentro de nuestros acuarios dependiendo de sus características.
Cuidado de asentamientos bacterianos.
Hay que considerar que en la mayoría de los acuarios existen asentamientos bacterianos, tanto en los sistemas de filtración como en los sustratos, que van a estar trabajando constantemente en la descomposición de los desechos.
Es un sustrato inerte de distintas granulometrías, su producción es a partir del sílice; un compuesto natural que es insoluble en el agua.
De allí que no afecta la química de la misma.
Se ha popularizado en el mundo de la acuariofilia por la estética que brinda, gracias a la variedad de colores, y por ser un sustrato que no afecta la química de los ambientes.
La granulometría mas utilizada es la 50/100 de color blanco, existiendo además otras granulometrías como: 1/16, 1/32 y 1/64; ideal para lograr un efecto limpio y de fácil mantenimiento.
Una de las desventajas de esta arena en particular, es el efecto de apelmasamiento. Al ser de grano muy fino, las partículas son tan pequeñas que se produce un compactamiento extremo de las mismas formando zonas anaeróbicas, donde las raíces de las plantas terminan pudriéndose por falta de aire. Si se opta por este tipo de sustrato, lo ideal es usar plantas de crecimiento rápido y baja exigencia de nutrientes; ya que absorben los mismos a través de las hojas. Otro recurso es colocar piedras o troncos sobre la arena fina y utilizar estas superficies para la fijación de las plantas.
El mantenimiento de este tipo de sustrato supone un mayor reto para el sifonado, ya que por su ligereza y pequeño tamaño es fácilmente extraído del ambiente. Para evitar este inconveniente es recomendable el uso de un sifón de manguera larga y boquilla angosta; así la presión que se ejerza podrá ser regulada y así evitar pérdidas de arena.
Quizá la mayor ventaja de este sustrato es el ambiente gentil que ofrece para las especies de fondo como las corydoras, que generalmente se ven beneficiadas.
Como dato adicional, hay que prestar la debida atención a los cristales de la pecera al momento de limpiarlos; ya que partículas de arena siempre terminan pegadas a ellas y pueden causar rayones al momento de limpiar los cristales con el imán. Se recomienda quitar todas las partículas de arena antes de proceder con la limpieza.
Hay que evitar combinarla con otros tipos de sustratos, ya que con el tiempo se mezclaran, perdiendo las texturas del sustrato y con ello mermará la estética del acuario.
Sin duda la arena de sílice es una de las opciones más llamativas y baratas del mercado, y ha ganado gran popularidad entre los acuaristas; sobretodo entre los novatos ya que no requiere mayores cuidados y descarta muchos otros tratamientos complementarios para el equilibrio del ambiente por su inercia.